¿Es lo mismo estar solo que sentirse solo?… El pequeño erizo se adentra en el bosque para encontrar la respuesta.

En estas páginas encontrarás una bonita historia sobre la importancia de sentirse a gusto con uno mismo.

¿Es lo mismo estar solo que sentirse solo?… Una pregunta que invita a una profunda reflexión acerca de los estados de ánimo asociados a la sensación de estar solo, que no es lo mismo que sentirse solo. Al pequeño erizo, su mamá le había dicho que a los erizos le gustaba era estar solos. Y para comprobar si eso era cierto, el pequeño erizo se adentró en el bosque. ¿Estaré bien solo?, se preguntó antes de comenzar su viaje. En su travesía, el protagonista de esta historia se cruzará con otros animales del bosque que le harán sentir estados de ánimo muy diferentes: curiosidad, miedo, desconfianza, o tranquilidad son algunos de ellos. ¿Llevaría razón su madre o su viaje le descubrirá nuevas emociones?