“Es cuando confiesan que son brujas que se les permite morir en paz.” Tras superar muchas dificultades, Weyer hereda todas las enseñanzas de su maestro, Agrippa, y decide independizarse como doctor. Cuando una muerte en la ciudad en la que reside se le achaca a una bruja, Weyer examina el cadáver y hace un inesperado descubrimiento.