A la bruja Brunilda ¡le pasa de todo! Crea una nuevo animal, el perrato, una mezcla entre un perro y un gato, que no resultará ser tan eficaz como ella pensaba. Decide construir un invernadero en su casa y tiene algunos problemillas con el bricolaje. Se convierte en la cocinera de la escuela ofreciendo a los niños unos exquisitos espaguetis a la boloñesa con gusanos culebreantes y muy «frescos». Y, finalmente, descubre una especie rara de búhos que habita en el bosque que resultará ser algo muy diferente de lo que ella imaginaba.